27.5.10
No me filosofoques.
19.5.10
Todo lo que tengo.
Soñar mi boca sucumbiendo
Y de tus besos ser sustento.
Soñar un canto solo mío
Que susurro en tus oídos.
Soñar que en espiral vamos cayendo.
Soñar en embeleso hurgar tu cuerpo,
Y que te hago el amor de modo lento.
Soñar que tu placer me sobrepasa
Sentir tu pulsación. Hacerte mío.
Y en ese instante último un suspiro
Mientras caes de placer desvanecido.
P.D. Que chingón cantaba el Raphael, snif!
23.4.10
Lost Cause.
Y amenaza con ser definitiva
Me mata recordar lo que he sido.
Y no puedo cambiar lo que voy siendo.
¿Porque todo lo bueno es imposible?
¿Por que tenía que traicionarte y traicionarme?
De nada me valdrá contarte ahora
Esta verdad a medias que taladra.
Pensé en jamás volver a verte, y sin embargo,
Cada vez que te veo me hago pedazos.
No tengo la más mínima esperanza,
De creer que algún día estaremos juntos.
Yo se mejor que nadie que me miento,
Cada vez que un futuro feliz, despreocupado,
Y lleno de calor a tu lado me invento.
Y regresa a mi boca este sabor salado,
Y esta decepción que me pica los ojos.
Si no lloro no es por falta de deseo,
Pero mis ojos se rehúsan a mojarse.
Y esta coraza en que se ha convertido,
El músculo impulsor de mis latidos
Me impide demostrar lo que ha dolido
El vértigo insistente de saberte perdido.
Y cuando sepas lo que soy realmente;
Permite que me ponga en tus manos
Con la lucidez de un loco embrutecido.
Que ha diferencia de mis días mejores,
A diferencia de algún otro día
Y por única vez en esta vida
Estoy dispuesta a dar lo que querías.
Desliza una rodilla entre las mías
Divide mi cuerpo en dos y a cada parte
Entrega la pasión que corresponde.
Que hoy no voy a permitirle a mis prejuicios,
Detener el pulso loco acelerado.
Y cuando te vayas cierra bien la puerta
Que no has de traspasar una vez fuera.
Porque esta noche es una despedida,
Y no verás una vez más la herida
Que está noche me has dejado abierta.
16.4.10
Raining in Paradise.
La irresistible boca se abría paso expectante,
Reptando dulcemente sobre mi duro cuello.
Las manos sujetando firmemente los brazos,
Y abajo en un suspiro se rendían a mi anhelo
Las formas almendradas de aquellos ojos negros.
Saboreando en su piel, embriagador aroma,
Y el cuerpo del delito, delinquiendo conmigo,
Se abrió paso su mano acercándome a su cuerpo,
Dejándome sentir la fuerza en su deseo.
Mi cuello latigueado por su lengua despiadada,
Dejando perceptibles humedades y espasmos,
Al contacto del viento me erizaron la espalda.
Que tormento más dulce, que febril arrebato.
Y una lluvia arremete contra este par de cuerpos,
Que huyendo de lugares con multitud de gente,
Encontraron refugio en plena calle hace un rato,
Permeando entre sus sales y la lluvia sus sabores.
Y ella eleva su rostro para alcanzarme un beso,
Y sin dejar por ello de mostrar fiero empeño,
Recibe sin recelo lo suave de su piel fina llovizna.
Maldice por lo bajo: ¡si al menos no pasara tanta gente!
Con la cantidad de cosas que quisiéramos hacernos.
Sin dejar de mojarnos y entre ráfagas heladas
Las manos de los dos buscan ingenuas la manera
De tocar ciertas secciones y evadir la vigilancia
Pero cada que lo logran pasa cerca un transeúnte.
¿Porque hay tanta gente en la calle con esta lluvia?
Enfatizando su enojo dándome un beso furioso,
Vuelve a quejarse su voz sin dejar de hacerme cosas
Que en conjunto con la lluvia que hace rato que nos moja
Me está haciendo desear a su nivel más de este infierno.
Hasta se me antojaría ser una vulgar callejera;
Porque al paso que va mi mano sobre su cuerpo,
No encuentro forma ya, de no quererle dentro
Y en plena calle dejar que haga me haga lo que deseo.
Sus manos toman por asalto el deseo que provocan
Y acercándose a mi oído me murmura confidencias
Yo por poco no la escucho declarar lo que desea
Porque en remolinos ardo al ritmo de sus caricias.
Sin mayores miramientos me hago con sus instrumentos.
Y agitados en mi mano lo voy volviendo mi esclavo
Le suspiro muy bajito lo que en mi cuerpo provoca
El contacto de mi mano con sus armas afiladas.
Ya no puedo hacer que nada contenga estos movimientos
Y al ritmo de su capricho me dejo llevar gustoso.
Sabiendo que no podemos hacer más de lo que hacemos,
En pos de mi satisfacción, airosa cede su triunfo.
Y el rumoroso latido de su corazón y el mío,
Se acarician en el aire más de lo que hemos podido
Culminando esta sesión de vértigo, lluvia y besos
Con el cese de las gotas que cayendo estaban antes
Dando paso en su lugar a la explosión inminente
De sus fluidos internos resbalando entre mis manos.