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8.11.10

I’m crazy for feeling so blue.

Hace unos días soñé que Lolita Cortés entrevistaba a Xavier Velasco. La señora con cuerpo de niña no pudo desaprovechar la ocasión para tirarle la onda descaradamente al escritor. Recuerdo que en mi sueño mientras veía a Lola coquetearle a Velasco, me hervía la sangre y pensaba en lo zorra que ésta era por usar su posición de entrevistadora para flirtear tan abierta, y, ¿por qué no decirlo? sabrosamente con su entrevistado.

Hace también algunos días, antes por supuesto, del sueño de Velasco y Cortés, me toco ver por TV la presentación de un nuevo programa en el canal 28, no tengo idea exacta de que será el programa, solo que las conductoras serán Annel (la ex de José José), Adriana Fonseca, Mimi (la ex Flans) y otra chica que no conozco y por ello no menciono. Esto lo menciono, porque precisamente en esta entrevista con las conductoras en el noticiero de Pedro Ferriz, me toco ver como el conductor galanteaba de modo bastante obvio a una de las conductoras del citado programa (menos mal que fue a Annel).

Unos instantes después del sueño de Lola y Velasco, reflexionaba que de haber estado en el sitio de Lola, lo más probable es que yo hubiese hecho lo mismo, solo que como no había sido así, optaba por la rabia de ver que había alguien que si podía hacerlo y por supuesto, no era yo. Entonces me pregunte si en la vida real esto podía pasar. Y por supuesto, recordé a Pedro Ferriz y el comentario sarnoso de Mimi, quien ya de plano les dijo, que si querían los dejaban solos.

Por un instante me sentí la Mimi de Lola Cortés, pero, más risa me da ahora que escribiendo esto me acuerdo que en el programa chafa de la academia Lola y Mimi eran la jueza mala y la buena, respectivamente. Coincidencias, casualidades, yo que sé.

Dicen que durante el tiempo en que dormimos nuestra mente se ocupa de ordenar nuestros asuntos, y que a veces ese importante papel que juegan los sueños, es el de darnos mensajes subliminales para poder acomodar las piezas de nuestro propio rompecabezas. Yo no sé de qué va todo esto exactamente, pero, como acá la constante es Xavier Velasco y mi rabia, por lo menos el viernes pasado, pude resarcir un poco de esa envidia que me había dado Lolita Cortés en el sueño. Xavier Velasco apareció en un programa en Foro TV, en el que, además de disfrutar de la presencia del escritor, me sentí gratamente sorprendida de mis afinidades con él. En el programa se mencionaron tres de sus películas favoritas, las cuales actuaron como motor de la dinámica del programa. Me sorprendí de saber que Velasco eligió de las tres, dos de mis propias películas favoritas, Naranja mecánica y El Inquilino. Cuando escuche a Xavier Velasco usar las mismas palabras que yo suelo usar para expresar mi pavor a perder la cordura, me sentí, si es que eso fuera posible, aun más identificada con él. Y es que el inquilino de verdad es una película con la cual no dormí la primera vez que la vi. No he visto nunca mejor plasmados que en esta película de Polanski, el pavor, y lo espeluznante del proceso de que se te vayan las cabras al monte. Y como bien lo apuntó Velasco, los vecinos eran personas de dudoso proceder. El sospechosismo implícito en la típica idea “me quieren volver loco” es el artífice que mueve los hilos de este hilarante drama, que es eso, porque a pesar de no ser una película de terror, uno se da cuenta del profundo eco que dejo en nuestra mente cuando ciertas apatías como ver una muela fuera de su sitio, o unos jeroglíficos egipcios donde la lógica no indica que deben estar, o el simple hecho de no querer asomarte a la ventana del vecino por temor a verte a ti mismo vigilándote desde el otro lado de la acera y qué decir del pavor a pernoctar en un lugar en donde es necesario salir de la habitación donde duermes para hacer una de esas visitas nocturnas al baño.

Si no han visto El Inquilino, ¿Qué están esperando? Olviden mis sueños con Xavier Velasco (que además, ni me gusta, pero, me parece un tipo de lo más imperdible) y Lolita Cortés, porque además, casualmente tanto mis sueños, como mis últimas visitas a YouTube, por fin se encontraron ahí en ese programa de televisión donde la conexión que hacía falta para dejar atrás ese sueño por fin estuvo ante mis ojos. Y nunca fue los flirteos entre entrevistador y entrevistado, ni la rabia que produce la envidia. El tema es que hace días busco como apuntalar ésta recomendación de “El inquilino”, y ya no estoy buscando más. Espero que esto que están leyendo los haga correr a buscar una película que de verdad vale la pena ver, y donde además el propio Polanski es el protagonista.


26.3.10

Tiempo de Híbridos.

El presidente de México ha tachado esta semana al narco de una “ridícula minoría”, y uno se ríe, porque llorar ya no es opción. A los dos estudiantes muertos a las puertas del Tecnológico de monterrey no les habría hecho tanta gracia el chistecito, y menos a sus padres que se les diera el distintivo de miembros de la “ridícula minoría”. Hace unos días también escuchamos declaraciones del secretario de gobernación reprochándole a Janet Napolitano una declaración donde decía que la presencia del ejército en Juárez no ha ayudado en la lucha contra la delincuencia en Juárez, diciendo que también el gobierno gringo tiene su responsabilidad en el asunto. Paradójicamente, también esta semana se dio a conocer la captura de algunos miembros de esta delincuencia organizada en manos del ejército, luego de un enfrentamiento entre ambos, y con la "novedá" mi general, de que al día siguiente uno de ellos amanece ejecutado y encobijado, y nadie supo que paso. Al otro lo encontraron, como es natural en su casa, con su familia, disfrutando de lo derechos humanos que por ley universal le corresponden.

¿Y el presidente no ve eso? Se ha cansado de justificar la presencia militar en zonas de conflicto, y en Nuevo León, para variar, también esta semana se hicieron cercos con vehículos robados en importantes avenidas impidiendo el tránsito local, ¿y eso cómo se justifica? Algunos, como el rector del TEC de Monterrey plantean que ante la falta de una autoridad competente no hay más que las fuerzas castrenses, pero, agrega, ¿a ellos quién los supervisa? No hay estado de derecho en Juárez, es verdad, para que nos ponemos broncos cuando lo único que Janet Napolitano dijo fue la verdad, es cierto que ellos tienen bastante vela en este entierro, eso lo sabemos todos, pero al final se confirma aquello de que la verdad no peca, nomás incomoda. Pero ¿Juárez es el único lugar donde no hay estado de derecho?, señores, repito esta frase, esta misma semana se le ha dado la espalda a la recomendación de la CNDH a la PGR en los casos de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, acusadas de de secuestro, por la supuesta retención de seis elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) de la Procuraduría General de la República (PGR). A pesar incluso de que algunos políticos con afanes electorales han declarado la injusticia que el caso a todas vistas representa.

Y entonces que señor presidente, ¿a los delincuentes hay que dejarlos salir por la puerta grande como sucedió ayer en un penal en donde más de 40 presos se fugaron ayudados por dos custodios , mientras personas que son usadas como chivos expiatorios pasan sus días en chirona? O bueno está también el caso del encobijado-detenido que seguramente estorbaba ya demasiado, tanto que valió la pena arriesgar la credibilidad del ejercito con tal de quitarse de encima a ese engorroso sujeto. Lo cierto es que el estado de derecho no se perdió de un día a otro en Juárez, ¿o acaso las muertas de Juárez ya quedaron en el olvido tan solo porque ahora el crimen organizado tiene que combatir contra el ejercito en lugar de dedicarse a sus labores acostumbradas? El estado de derecho se ha perdido con el paso del tiempo en una combinación de policías y autoridades corruptas coludidas con el narco, los secuestradores, y toda otra clase de delincuencia organizada. ¿Hasta que punto están coludidos que es ya imposible acabar con el crimen organizado porque está protegido por la ley? La lucha del ejercito es entonces una lucha no solo contra el crimen sino también contra las policías, y si a eso agregamos que hasta ahora el poder militar no esta sujeto a ningún lineamiento con respecto a las autoridades, que en todo caso uno se pregunta que tan útil sería supeditar a un grupo militar a unas autoridades corruptas (es así como podría explicarse el caso de los delincuentes detenidos que al día siguiente ya ni estaban detenidos, y si no ha sido por el que apareció ejecutado, nadie se habría enterado). La respuesta no existe, la corrupción está en todos lados, no hay que olvidar que tampoco la milicia esta nada limpia en este juego en el que el más limpio es estercolero.

Las personas honradas y trabajadoras, porque aun las habemos, no esperamos de nadie ya. No hay ley, no hay jurisdicción, no hay estado de derecho, pero no solo en Juárez señores, vámonos tan solo a medirnos en nuestro microcosmos. En cada colonia hay un ladrón del que hay que cuidarnos, o por lo menos en la mía sí. Hace unas semanas a mi hermana la asalto un vecino, días después al sentirse no tan solo reconocido, sino amenazado por las personas que amablemente se preocupan por el bienestar de mi familia, tuvo aun el descaro de presentarse a tocar a las puertas de nuestra casa, quesque para aclarar las cosas. Mi madre, que junto al sabio Salomón se juega un tiro rifado, jamás reconoció que en mi casa hubieran asaltado a alguien y le dijo al delincuente que no se preocupara, que mientras el tuviera su conciencia tranquila, para que andaba aclarando cosas. En pocas palabras le dio bofetada con guante blanco. Y ustedes dirán, huy!, si que fregona la señora, solamente se hizo la loca y aún así la alaba. Pues si, si lo hago, porque en estos días un valiente es tarugo y acaba en el hoyo, ya ven al pobre estudiante victima de las viudas negras lo que le paso. Mi madre fue sabia por dos razones. la primera porque uno no debe enfrentar a un delincuente sin saber que guarda bajo la ropa, y la segunda porque en este país no hay ley. Si usted reconoce y denuncia a un delincuente le pasara lo que al esposo de una amiga, que tuvo un altercado con una pandilla de ladrones y que aunque el día del suceso la libro porque se vio hábil, días después, los mismos maloras le metieron un madriza que lo llevo a pasar varios días en el hospital, y todo por hacerse el valiente en el primer encuentro con los citados malandros. En la colonia donde él hacía reparto para la empresa en la que labora, ya sabían de sobra de este grupo delictivo, en palabras del agraviado “unos chamacos de diecisiete años”, pero también advirtieron que a pesar de las denuncias de otros agraviados más, lo único que siempre pasaba era historia antigua, la patrulla los sube frente a los que demandan su apoyo, y seguramente algunas cuadras adelante los deja ir sin más, porque al siguiente día ya están otra vez en lo suyo. Y no me digan ustedes que no saben por lo menos de otros tres casos parecidos, ahí a la vuelta de su casa, en la colonia vecina ,cerca de su trabajo, etc. etc. etc.

Y bueno, podría pasarme hablando del tema tardes enteras y este sumario ya se ha convertido, más bien, como diría Sabina en un rosario de cuentas infelices. Y yo, estoy por terminar una semanita brutal. Me voy, pero me quedo con una pregunta en mi cabeza:

¿Acaso estaremos con toda nuestra tecnología y avances científicos, con nuestro Internet y nuestra imagen cosmopolita condenados a volver a la edad de las cavernas?



13.11.09

This night has opened my eyes.

Me habían dado todo. Era uno de los hombres más acaudalados de la región, la mujer que yo quisiera llevarme a la cama, caía como por hechizo entre mis sabanas. Y todo esto se lo debía al clan.

Pero yo tenía un número que presentar, debía cumplir mi misión hasta el final, no podía quedar mal con el clan, a menos que prefiriera perder la vida, aunque, perder la vida era lo de menos, comparado con la tortura intermedia que se acercaba cada vez que alguien desistía de continuar obediente a los lineamientos del clan.

Las deudas en el clan se cobraban puntualmente, y es por eso que yo tenía que llevar una doble vida. A pesar de que mis deseos de pasar todo mi tiempo con ella sobrepasaban mis capacidades, sabía que de abusar de su compañía la pondría en el mismísimo ojo vigilante del clan. Y de ningún modo estaba dispuesto a aceptar que ellos cobraran mis deudas con su vida.

Así que para ella, solo estaba cuando me era posible escapar del asedio de aquellos, y cada día en sus brazos valía los otros treinta sin verla.

Solo puedo pensar una y otra vez en el sol brillando sobre su cabello a contraluz. Recordando aquella tarde de la última vez que la vi. Yo, recostado sobre la cama, apenas abrí los ojos y el sol, eclipsado por la sombra de ella, esparcía suavemente unos furtivos rayos por el cuarto. Ella estaba de pie frente a mí, mostrando al exterior su espalda desnuda a través de la ventana. Una combinación de sombras danzaba sobre su rostro y solo sus ojos competían con la última luz del atardecer que la envolvía en su resplandor. Uno no podía sortear su destino una vez que se cruzaba la propia mirada con esos ojos, con la inmensidad azul de sus ojos, enmarcados casi siempre en la maraña de rojos rizos que le cubrían incluso parte de la espalda. Una hechizante combinación.

Recuerdo aun aquella noche última en nuestro lecho, la sensación de sus rizos deslizándose entre mis manos; como ríos de vino tinto derramados en las sabanas, postrados al fin sobre la cama enmarcando el pálido rostro. El olor a inciensos de la habitación, su embriagador perfume mezclado con los aromas de sus fluidos. La visión panorámica de su vientre mientras yo me bebía sus secreciones. El temblor de sus labios en el momento mismo de hacerme palpable en sus adentros, sus marinos ojos abriéndose inconmensurables en absoluta comunión con sus gemidos. Sus blancas manos aferradas a mis caderas, imponiendo el ritmo y la cadencia de mis movimientos. Su piel ardiendo desde dentro, consumiendo mis deseos. Su voz pidiendo clemencia, implorando unos segundos más de resistencia, apaciguando el ritmo feroz de mi cuerpo, prolongando a capricho nuestros placeres. La suavidad de su abrazo último, antes de cerrar los ojos y caer en un meritorio y profundo sueño. La maraña roja de rizos que deslice de su rostro para darle un último beso antes de irme.

El deseo a cada paso de regresar corriendo y quedarme a atestiguar el momento en que aquellas ojeras abrieran paso al hipnotizante azul de sus ojos. Así la recuerdo, así para siempre se grabó en mi memoria, su espalda cubierta tan solo por el rojo de sus rizos, una maliciosa sabana envolviendo sus caderas y alojada hábilmente en burdos pliegues en lo más alto del arco entre sus desnudas, suaves y largas piernas.

La última vez. La última, antes que la desgracia se apoderara de mi vida. Aun no sé como es que ella portaba la insignia del clan cuando hallaron su cadáver. No era la mía, no fue por mí que la encontraron. Ese ópalo en forma de calavera colgando de un lazo dorado, el inminente símbolo de pertenencia del clan. Cuatro días después de entregarles mi último sacrificio, ella apareció muerta. Su cuerpo mostraba señales de haber sido sometido a una tortura brutal, La encontraron desnuda en un callejón oscuro del pueblo, lo único que traía encima, además de recortes obscenos adheridos a la piel, era esa maldita piedra de ópalo en forma de calavera pendiendo de un lazo dorado. No puedo averiguar nada, sería delatarme ante ellos. Mi mente gira y gira, mi única manera de saber algo al respecto es hablando con él. Lo deje viviendo a tres casas de ella, le encargue sus cuidados, siempre me tuvo al tanto de ella. Siempre. Hasta que perdió la razón. Si él perdió la razón ante el hallazgo ¿Qué habría sido de mí al tener que presenciar esa escena desoladora de su cuerpo tirado ahí, inmóvil, sucio, roto? Es por eso únicamente que siento cierto alivio de no haber estado ahí para contemplar la ruina que de ella quedo.

He perdido todo. La única persona que he amado en mi vida no existe más, mi mejor amigo enloqueció y nada puedo hacer ya por él. El clan, que me lo dio todo, también se ha llevado todo, aun sin saberlo. Mi poder e influencias no me sirven ya de nada. Las riquezas que poseo no me satisfacen más. Esta noche el clan se reúne, al parecer una reunión extraordinaria, me lo recordaron por teléfono esta mañana. Coloco en mis manos la invitación que hace ya dos semanas reposa en mi escritorio. El lamentable estado nebuloso de mi cerebro no me había permitido pensar en nada, de pronto noto debajo del sobre de la invitación un sobre más, es del clan también, no recuerdo haberlo visto antes. Extraigo el contenido del mismo. Son fotografías de ella, está con otro hombre, esta es más clara, no puede ser, es él, mi mejor amigo. Son los dos. Se están besando. Se tocan. Se devoran uno a otro. Entran a casa de él. Mi cerebro se hunde y gira vertiginosamente, mi estomago es un abismo que arrastra el resto de mis vísceras en su interior. Las imágenes se suceden una, otra y otra vez ante mis ojos a pesar de que hacen ya varios minutos que las fotografías yacen en el piso revueltas, arrugadas algunas, otras rotas.

Mi asombro es mucho menor que mi decepción, ante mis ojos se derrumban los últimos motivos que tengo par a creer en algo. Y a pesar de todo esto debo asistir a la reunión. Me pongo de pie tambaleando, y entonces mis ojos enfocan la foto más reveladora de la serie, una que no había llamado demasiado mi atención. Tomada en el jardín frontal de casa de él. Ella esta de pie dándole la espalda mientras con una mano sujeta su cabello sobre la cabeza. En el momento exacto en que se toma la foto, él coloca alrededor de su cuello una joya. El reflejo de la luz de la lámpara de la entrada se posa sobre la joya dejándome perplejo. Es una piedra de ópalo atada a un lazo dorado, seguramente en forma de calavera.

27.1.09

Light my fire.

A ella le complació la forma en que cumplí con la última encomienda que me hizo. Dijo que me había ganado un premio muy gordo, y acto seguido procedió a desnudarme. Lo mejor de cuando una chica te desnuda es cuando lo hace con variados lengüetazos de por medio, repartidos en partes del cuerpo en las que ni siquiera sabías que podías tener esas sensaciones. Abrí la boca en plena desesperación por hacer lo propio con ella, pero en sus ojos había esa mirada desaprobatoria que me congelo las intenciones.

Así que la deje hacer lo propio disfrutando de las manos que se deslizaban lánguidamente entre mis piernas, provocando espasmos intermitentes cada vez que la humedad que arrastraba su lengua se volvía una escalofriantemente deliciosa razón para seguir a sus ordenes hasta Dios sabe cuando.

Las misiones que ella me encomendaba salían cada vez más de lo que mis intestinos podían tolerar, aun sentía en mis manos el último baño de sangre de la victima anterior, no es que fuera particularmente excéntrica en sus pedidos, pero de alguna manera, ella siempre se las arreglaba para pedir cosas que me sorprendían. Diez años matando gente debieron haberme preparado para todo lo que había por ver en el ambiente; pero cuando realice mi primer entrega a su mando comprendí que esto era mucho más que ajustes de cuentas o venganzas comunes. Y no es que a ella le gustara ver lo que hacía, y tampoco es que se excitara pensando en todas esas cabezas rodando, lo suyo era cosa de otro mundo.

Aun tiemblo al recordar la primera vez que recibí mi pago de sus manos, ella me dio un bono extra que no pude rechazar, que ni estando loco habría rechazado. Su cuerpo desnudo, era la única razón por la cual no me animaba a romper relaciones comerciales con ella, no le recibiría un centavo si no supiera que es lo que más le sobra, mataría por el puro placer de volver a respirar su aliento entrecortado, su olor animal.

Después de todo ya soy asesino, mi alma no valía nada antes de conocerla, así que no se como alguien puede interesarse en comprar algo que ya es suyo. Me ha dicho que es un demonio y yo le creo, me ha dicho que me devorarán las entrañas en el infierno una vez que ella decida prescindir de mis servicios. Tengo cuarenta y cinco años, los últimos cinco los he pasado entre fiambres y de ahí saltando directo a su fuego, a veces no se que me produce más adrenalina, matar o dejar que ella me proporcione estos placeres.

Por el momento solo quiero pensar en la manera en la que ella esta rasgándose las ropas, como una perra desesperada por ser poseída, ya quiero tener mis manos sobre su cuerpo, solo espero una señal de su mirada diabólica para ponerme en acción, ya tengo una fila de cosas formadas en mi mente que pienso hacerle. Una vez que ella entra en trance y me deja maniobrar, las cosas para mi se ponen mejor. No sé si el cielo ha existido nunca o si alguien sabe lo que sea, lo único seguro es que en este momento, le haría ascos a cualquier barata utopía de gloria, prefiero mil veces arder en este infierno.



16.11.08

If there was only something between us.

Quiere hacer justicia ¿Para que quiere hacer justicia? Ella esta muerta ¿Qué cambiaría su justicia?

El no la amo como yo, en silencio, a deshoras. Noches enteras pensando en ella, en la manera de hacer que me mirara, pero nunca conseguí nada más que hacerla reír, y yo no quería ser un bufón, no, yo merecía mucho más, la amaba más que a nadie, mucho más la ame que a mi mismo.

La primera vez que la vi aquella tarde, mi brazo tembló al extenderle la comunión.

Y la fiebre comenzó.

No cedió hasta meses después. Cuando por fin logre ponerme en pie, averigüe lo más que pude en mi condición sobre aquella dama. No era lugareña, lo cual explicaba porque jamás antes la había visto. Venía de lejos buscando consuelo en la confesión con Monseñor, que al parecer fue su consejero desde su niñez. Esto explicaba el profundo entristecimiento de aquellos ojos, tenía una pena enorme según se rumoro por todo el pueblo, lo cual daba sentido a su negra vestimenta. Estaba obsesionado con encontrarla, la fiebre había cedido, pero, por las noches, escalofríos recorriendo mi cuerpo me fueron convenciendo que no había más remedio, tenía que abandonar los hábitos, tenía que encontrarla antes que mi razón se desvaneciera.

No bien llegué a la población donde habitaba, me relacione en las altas esferas en las que ella se movía. Aprovechando mi falsa condición de sobrino de Monseñor, no me fue difícil relacionarme con ella, perseguirla, asediarla incluso, contando con las cómplices ausencias de su marido, que se alejaba con frecuencia de la ciudad.

La ame más, si se puede, después de conocerla, apreciar tan de cerca su pálido rostro, las finas manos, y aquellos ojos de un azul que perturbaba. Pero nada comparable a su cabello, de un rojo enceguecedor, rojo como el fuego cuando el brillo del atardecer se posaba sobre él. Señor, jamás mis ojos habían contemplado semejante maravilla terrena.

Mi obsesión por ella fue creciendo, la seguía, la espiaba, la vi desnuda en el río tomando un baño, sentí mis venas golpeteando la piel, el cuerpo duro ante la visión de su piel mojada, brillante. Apunto estuve de salir de mi escondite y arrojar mi deseo sobre ella como un buitre. Eso me asusto, antes de ser un hombre santo, jamás había sentido estas cosas, dormí un par de veces con una vecina, mas por insistencia suya que por propia voluntad, pero era gorda y tenía la piel flacida. Pero no existe nada que hubiera podido preparar mi mente para su presencia desnuda, para su mojado cabello, y esa fragancia que a pesar de la distancia llegaba hasta mí. Para el delirio de verla chapoteando entre las aguas.

Desde entonces mis dementes sentimientos fueron intensificados. Le había adjudicado mayor perfección que a una virgen, no había nada que a mis ojos manchara su imagen. Nada que la igualara a las demás impuras mujeres que yo había conocido. Ella era el más alto de mis objetos de culto, su voz me producía visiones de nuestros cuerpos desnudos rodando entre la hierba, cayendo abrazados al río, derramando en sus aguas las nuestras.

Estaba perdido.

Y aquella maldita noche. Ya no debía estar rondando su casa, era pasado ya el tiempo en el que yo solía retirarme, dejarla descansar después de ver su cuerpo desnudo a mi antojo durante el cambio de ropa de dormir. Por no sé que razón seguí apostado en la penumbra por no se cuanto tiempo. De pronto de la nada y sin luces de por medio, una figura esbelta con la cabeza cubierta, se abrió paso en la oscuridad. Era ella. La seguridad con la que hacía el recorrido de la entrada de su casa a la reja de salida delataba una costumbre en su andar nocturno. Oculto entre los arbustos, paso a mi lado sin verme, calándose el capuchón de su abrigo.

Y yo la seguí ¿Qué tenía que estar pasando para que ella abandonara con tanta cautela la seguridad de su hogar a mitad de la noche? No tarde mucho en averiguarlo, solo a unas cuantas casas de la suya detuvo su paso ante una reja con jardín, entro sin llaves, sin tocar, la puerta abierta la esperaba. Por entre la reja pude ver con el corazón retumbando entre mis costillas la dolorosa escena. Un hombre apareció entre las tinieblas; sin saludos previos se trenzaron en un abrazo total de sus cuerpos, rodaron por el pasto del jardín con las manos freneticas revelando sus ansiedades. Después de tal bienvenida se incorporaron y entraron en la casa. Espere afuera hasta casi el amanecer. La vi salir envuelta en su abrigo, el hizo ceder la capucha hacia atrás dejando a merced de la brisa su desordenada maraña de rojos cabellos; le colgó al cuello una suerte de piedra atada a un lazo dorado y mientras se besaban volvió a cubrirle la frente.

Camine calle abajo sin rumbo mientras ella se alejaba por el lado contrario en dirección a su casa. Mi Dios se había derrumbado, mi vida no tenía más sentido.

Justicia... él quiere justicia. Ella esta muerta. Fue torturada cruelmente. Su cuerpo fue hallado por su amante hace dos noches. Y él... quiere justicia. Ella esta muerta, rota y descompuesta. Eso es justicia


6.11.08

El cuento de nunca acabar...


 
Había tierra en el interior de su boca, estaba tirada con la espalda rozando el mugriento muro, entre hojas de un papel extraño. Sus ojos aun parecían rasgar el aire con un cuestionamiento. Su ya de por si pálida piel denotaba ahora una aureola violácea. El cabello, su hermoso cabello rojo hace apenas unas horas mecido por el viento, tieso ahora para siempre más púrpura que nunca embalsamado en sangre.

La escena que contemplo es inaudita. Su desnuda y frágil piel apenas cubierta en ciertas zonas con obscenos recortes, adheridos con materia insospechada. La sangre nunca más fluirá por aquel cuerpo, rojo de placer en otros tiempos, sus manos han quedado crispadas, y su largo cuello aun sustenta la piedra opalina por mis manos colocada.


Quisiera ser ciego en este momento, para no contemplar como sus piernas, hermosas espirales que abrazadas a mi cuerpo en el pasado reflejaran en su brillo la expresión de mi deseo, hoy descompuestas, tal vez rotas muestran desde su interior sus huesos.


El que ha hecho esto, ignoro quien, y no sé a ciencia cierta con que fines se ha empeñado en desaparecer todo resto de belleza alguna, creo distinguir ahora mismo, y apenas logro seguir respirando la mitad de su labio inferior está colgando del resto de la piel de su rostro. Sabía que nunca para mí sería su amor, envuelto estoy aun del estupor, ella me premiaba por portarme bien, y encendía mis deseos con cualquier expresión. No puedo cerrar los ojos a pesar de esta visión, su piel siempre suave a mi tacto, yo siempre incapaz de hacerle daño. ¿Quién atento así contra mi amada? ¿Quién se alegra de verla ultrajada?


Su azul mirada, perdida, domina el cuadro por su expresión. ¿Qué oscura pregunta había en sus labios?, ¿Sabía ella en el momento de inmolarla, la identidad de su captor, de su asesino?, ¿Se preguntaba acaso porque o quiénes?

29.10.08

Y es que el PRI y el PAN que hueva me dan, pero al PRD no le tengo fe.

Hace algunas décadas el sueño mexicano era ver al PRI derrotado. Hasta sonaba a utopía acabar por fin con el dinosaurio. La gente harta de crisis y gobiernos populistas buscaba un cambio profundo en la manera en la que se gobierna este país. Hace algunas décadas una multitud de mexicanos tuvieron una esperanza, lucharon por un sueño largamente acariciado.

Y entonces, el sueño se cumplio. Toco el día en el que por fin se vio coronado el esfuerzo de las fuerzas de izquierda, pero algo olía a podrido desde entonces, el partido que asumió el poder, tuvo que valerse de una poderosa carta: el carisma de su candidato. En un mundo mediático donde la apariencia puede más que todo, el partido con mayor esperanza de derrotar en las urnas al llamado dinosaurio, no pudo echar mano de los lideres que por años habían luchado por cambiar el panorama político del país, tuvieron que recurrir al carisma, como he dicho, de un ranchero bigotón, logrando así el objetivo que hizo justificables los medios un 2 de julio del año 2000. Un año que muchos esperaban con la ilusión de comenzar a forjar un nuevo México.

¿Que a pasado después del 2 de Julio de 2000? El presidente de las botas de charol paso de noche por la silla presidencial, tuvo seis años para reiterar el error que se había cometido, para demostrar a todos, una vez más, que no importa quien es el dueño del circo, que el poder corrompe, que no hay manos limpias. Hubo incluso quien pidió el regreso de los ratones, con tal que quitaran a los pendejos. Seis años desperdiciados por el PAN, pero mucho muy bien aprovechados por el cangrejillo playero, que se hizo de tal fama y poder, que casi como a un Mesías se le proclamaba próximo Rey de México, el mismo error del PAN rumbo a las elecciones del 2000, lo cometía el PRD para las de 2006. Haciendo a un lado al eterno luchador de las contiendas por el titulo de presidente (Cuauhtemoc Cárdenas) llevaron a su carta fuerte a la batalla mayor, una batalla que por poquito y no la libramos nosotros, por fortuna no se le hizo llegar a sentarse en la silla, y el poder paso a otras manos de la más tradicional de las maneras: heredado al mismo partido.

Actualmente llevamos dos años de siembra y cosecha de maleantes, quesque porque ahora si el gobierno va a priorizar nuestra seguridad, dizque luchando a brazo partido contra el hampa. Cuentos que hemos escuchado como promesas de campaña a todos los políticos en busca del sueño mexicano: tener el mejor hueso que roer.

Y mientras todo esto sucede, vivimos el despertar del parque jurasico. A este dinosaurio se le declaro muerto, pero solo estaba en estado catatónico. El partido tricolor recupera terreno como solo ellos saben hacerlo, en lo oscurito, sin que nadie se lo espere, para que cuando menos te des cuenta ya te tengan bien ensartado. El año próximo el PRI volverá a ser mayoría. Sorpréndale a quien le sorprenda, en un país en el que se vende de todo y hasta el más pendejo que ni el kinder termino es narco y vive lujosamente aun si se encuentra en prisión, el voto sigue comprándose a la antigua, en eso no ha cambiado nada, una despensa sigue haciendo del pobre un devoto agradecido. ¿Porqué a de sorprendernos que nada cambie si nadie quiere cambiar? O ¿acaso no se ha hecho con hordas de seguidores el legitimo tabasqueño al más puro estilo de la vieja escuela del PRI? (Por fortuna parece que sus bonos están a la baja, como todo lo demás).

La historia de México en este momento me hace recordar las películas de Volver al futuro. En todas salen los mismos actores, en todas parece quedarse alguien atrapado en el tiempo, en todas se repite una y otra vez la misma historia, y en todas invariablemente hay un viejecito achacoso que es bien vivo y se sale con la suya siempre, solo que a este ancianito, el de la historia de México, habría que cambiarle la frase “Santa ciencia” por una más adecuada. Sugiera usted, que aquí estamos para escucharlo.

Y mientras eso sucede, si a usted también le incoforman las cosas y le gusta protestar, le recomiendo visitar la página del palomazo informativo, diviertase escuchando estas originales protestas, si, ha leido bien, diviertase, porque, así son los del palomazo.

9.10.08

Las drogas destruyen, paga lo que debes.


Hago todo lo posible por no hacer corajes, ya saben, por ese mito de las canas prematuras. Me tomo tranquilamente la manera en que un compañero de trabajo exhibe los errores ajenos, mientras secretea los propios, no hago más berrinche porque las obras municipales no me permiten llegar a mi trabajo directamente en transporte colectivo, y trato de conservar la serenidad cuando mi jefe insinúa que los errores que él comete son consecuencia de algo que otros olvidamos recordarle.

Lo que no puedo entender es como es posible que el puto ex secretario de hacienda haya hecho un millonario fraude con la venta de Banamex, ahorrándoles a los inocentes y desamparados banqueros los 35 mil millones de pesos que habrían tenido que pagar de impuestos, si Banamex se hubiera vendido de la manera tradicional. El caso es que el angelito urdió un plan en el que supuestamente la institución financiera pondría a la venta acciones del grupo, para que de este modo no tuviera que pagar impuestos, pero dichas acciones jamás se pusieron en venta, porque ya estaba pactado el convenio entre el comprador y Banamex.

No se confundan, no soy bruta, ni nací ayer, ni me chupo el dedo. Lo que me trae cagando demonios es el hecho de que esta noticia no se haya difundido como es debido, pero sobre todo, que ese cabrón ande como si nada (si ya sé que no es novedad), mientras a cualquier otro pendejo contribuyente, como una servidora, le darían una cojida infernal los de hacienda por no pagar sus impuestos. Pero eso si, me queda claro porque se sacan de la manga impuestos pendejos como el IETU, que prácticamente nos dejan en calzones cada mes a los que tenemos que pagarlo, si hay un fraude por esa cantidad de millones, cuenten bien los ceros: 35,000,000,000.00, de algún lado tienen que compensarse las perdidas en el erario, y por supuesto, para no variar teníamos que ser los que siempre cargamos con el peso fiscal de tanta mamada que hacen los que manejan el dinero de LA NACIÓN (jaja).

Y ahora, encima de todo, nos amanecemos con la noticia de la crisis que tendremos que enfrentar, pero no hay que preocuparnos, hay muchas cosas que podemos hacer en casos como este, y que encima, nos beneficiaran:

1. Por fin hacer esa dieta para bajar de peso que tanto necesitamos, ahorrando así en recursos alimenticios.

2. Andar a pie, sirve que quemamos calorías extra, así no tendremos que preocuparnos del alza en las tarifas de transporte.

3. Alumbrarnos con velas, y conservar la energía, que al fin, nada nos cuesta.

4. Una vez que nos corten el suministro de luz, en consecuencia perderemos las costumbres enajenadoras de ver la escuelita de Jorge Ortiz y como en TV Azteca a pesar de las crisis siguen apoyando a cientos de instituciones, con dinero que otros aportan.

5. También dejaremos de perder el tiempo en el Internet, talvez hasta volvamos a leer libros de verdad.

6. Los baños con agua fría, nos devolverán esa juventud que el estrés de la modernidad se ha encargado de quitarnos, a más de ahorrar en cuentas de gas.

7. Volvernos faquires, y enfrentar el desempleo, ¿quien con dos botellas de vidrio en su haber podría declararse desempleado?

8. Vender Avon o Fuller, son también dos opciones para combatir el desempleo, ya hasta seguro social te ofrecen, ¿que más puedes pedir?

Podría continuar con la lista, pero ya me estoy deprimiendo, así que si ustedes tienen otra idea al respecto, este es el momento de que su creatividad saque adelante al país. Y no se preocupen, que otros países han salido adelante de cosas peores, y eso sin contar, que solo tienen un presidente.

8.8.08

Así es como todo comienza.

Sus ojos cerrados, sus manos frías,
Una sucia calle, la lluvia en su pelo.
Levanté la mirada, luna llena,
Sangre derramada, mi boca.

Un flash, un golpe.
Un flas, su muerte.

Mis ojos extasiados, lluvia.
Mis manos empapadas, sangre.
La lluvia disuelve el río,
Se mezclan y corren juntas.

Un flash, sus manos.
Un flash, mi enojo.

Ira desbordada, miedo.
Un golpe, un labio roto,
Llanto, pavor, coraje.
Mi cara empapada se contrae
Mi cuerpo herido, una fisura.
Ira, pavor, coraje.

Un flash, la roca.
Un flash, su sangre.

Unas piernas que tiemblan desde entonces.
Una visión, una fisura, ira desbordada.
Una calle sucia, su muerte, mis manos.

Un flash, venganza.
Un flash, la nausea.

La lluvia en su pelo, cayendo en mi cara.
Sus ojos, un golpe, mi boca sangrando.
Una fisura, mi cuerpo, el suyo.

Miedo, dolor, rabia
Mi fisura, su cuerpo, mi herida
Mi cuerpo herido en su fisura

Un flash, la nada
Un flash, mi cuerpo


Tomo una roca, rabia
Su cuerpo, una fisura, sangre
Su herida, su muerte

Su vida, mi muerte, su sangre
Su herida, su muerte
Mis ojos extasiados, rojo
La lluvia, mi cuerpo,
Fisuras, mis manos,
Su sangre, la roca
Mi cuerpo, sus manos...
Desmayo

Un flas, su vida
Un flash, mi muerte.