21.1.13

Delirio.


El aguerrido muro de tu pecho

Avasallando el mío entre pared y espada,

El distraído mundo del que me sustraigo

Al compás de los botones de mi blusa que se abre.

 

Me das un sorbo de tu boca que es veneno,

Que ya no quiero dejar de beberlo.

 

La oscilación de mi pecho enardecido

Coronado por dos duras rocas

Apuntando en dirección al tuyo…

El loco palpitar.

 

Las espuelas de tus manos

Que aguijonean mis caderas,

El canto martillado de los muelles de tu cama,

El abrazo incendiario entre mis piernas

Fruto gozoso de las pulsaciones

Que desde dentro, tú, a placer me  provocas.

 

El esfuerzo de mis brazos y mi lengua,

De mis dedos impacientes,

Del espasmo de mis piernas

Con su música in crescendo

Que culminará en mi boca.

 

La dulce sensación del vacío,

La ausencia de todo sentido

El abandono a un mundo en mi interior…

Contigo dentro; pero lejos  ya de ti.

 

Mis pies sobre tus piernas,

Mis manos que crujen lento  sobre el  gel en tu cabeza

Sólo buscando están un punto de apoyo…

 

En este mundo que me gira dentro

Que me atruena afuera

Algo a lo que agarrarme cuando tambaleante,

Todo  me vibra encima, debajo y hasta el fondo.