Quería verte.
Te vi.
La gravedad no impidió la caída.
Caímos al vacío.
Con nuestros ojos.
Con las miradas unidas.
El infinito es un abismo,
Espiral en picada,
Vértigo,
Instante, lapso,
Se detiene el tiempo,
La caída sin embargo…
No le llames vuelo.
Caemos nuevamente.
Más arriba, más abajo.
Depende del estómago revuelto,
De la cambiante posición del cuerpo.
Depende de quien lo mira,
Depende de los ojos que miras,
Depende de la ruta salvaje,
Del latido que cae
A mayor velocidad que nuestro cuerpos.
Depende del ladrido de mi entraña y de la tuya,
Del cuero erizado.
Depende de la herida abierta,
Del fuego, todo él independiente,
Del estallido;
Del olvido del daño,
De la sonrisa, de la risa.
Del modo en que los dos nunca olvidamos.
No nos olvidamos.
Nunca nos olvidamos.
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