Al amparo tan solo de mis manos y oídos,
Pues cerrados los ojos cautamente mantengo
Y me muevo tanteando con partes de mi cuerpo.
Y no avanzo un milímetro sin pasar mis penurias,
Y no abrazo una penuria sin su goce consecuente.
Y es que tanta oscuridad me oculta ya varios enigmas.
Y no descifro un enigma, sin que me tiemblen las manos,
Al tocar la rispidez de tus muros, tus costados.
Y no acaricio tus muros, sin abrazarme a tu esencia,
Porque todas las paredes de este oscuro laberinto,
Son pedazos de tu cuerpo que recorro con mi lengua.
Y al contacto de mis besos siento arder tu superficie.
Y literalmente ataco cada borde y cada vuelta.
Y en tus calles empedradas tropezando,
Cuesta abajo ya mi rumbo estoy tomando.
Sin abrir aún los ojos me deleito serpenteando
A la vera de senderos más silvestres y enramados.
En la pradera de ensueño debajo de aquel arbusto
Se me acaba la paciencia, ya no aguanto más de gusto.
Abro mis ojos heridos por la luz de que disfruto,
Y a plenitud me deleito con el árbol y sus frutos.
Y esa suave anatomía que descansa entre mis manos
Se expande hasta abrirse paso por una nueva vereda.
Se remueve entre una selva que lo espera palpitante
Y en lo profundo lo aguarda detrás de húmeda estela
Un abismo tambaleante recibiendo la intrusión.
Tu mirada me atraviesa tanto como lo demás.
Traspasando lo imposible, mis ojos se abren aun más.
Y en la fuerza de tu abrazo prisionera quedará
Bajo está lluvia conjunta mi rendida voluntad.
2 comentarios:
hay csar como te extrañan , jajaj, me agrado esta parte
Tu mirada me atraviesa tanto como lo demás.
Traspasando lo imposible, mis ojos se abren aun más.
Y en la fuerza de tu abrazo prisionera quedará
Bajo está lluvia conjunta mi rendida voluntad.
gran final
y creo que voy a extrañar... ciertas coordenadas
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