Hay una rama en este árbol
Donde descansa mi anhelo,
Y herido mi orgullo altanero,
Se aferra a colgar de sus hojas.
La fe que acompaña el ensueño
Cuando la causa es perdida,
Es más bien un sueño iluso,
Que no encuentra una salida.
A pesar de comprender
Lo imposible de mi afán,
Siempre me da por pensar,
Que al querer, me han de querer.
Hasta que al fin llega a mí
La compresión del vencido,
Al árbol trepo de nuevo,
Y en su rama me acomodo,
Para imaginarme amado,
A pesar de haber perdido.
Y ese orgullo perezoso,
Que dormitando termina,
Se conforma con los besos
De un alma caritativa
Que lo mime sin recelo.
Pues por amar dócilmente,
A una mujer tan distante,
Otra dio con encontrarme
Tan tierno en mis desventuras,
Que por yacer en mí lecho
Se conformo con saberse,
De mis dolores, consuelo.
Y aunque hace muy pocas horas
Por ti no daba mi vida,
Me has vuelto la fe perdida,
Y el ensueño ya no es poco.
Pues besar tus labios locos
No es besar los que yo ansiaba,
Pero, me has colmado el cuerpo
Con tus placeres terrenos.
Y aunque antes solía buscarme
Por musas, discretas damas;
Hoy te encuentro tan hermosa
Y tan dulce en tu desventura,
Que el dolor que ayer sentía
Se ha vuelto caricatura.
Y a honrar tu fiel sacrificio,
Dedico mis tardes solas.
Porque amarla con el alma,
No es amarte con mi cuerpo.
Y si antes solía embobarme
Al batir de sus miradas,
Hoy no duermo imaginando
Que a tu cuerpo tibio envuelvo,
En el calor de las llamas
Que se agitan si te veo.
Y oportunidad espero
Para volver nuevamente,
A prenderme de tus pechos,
Que se expanden al contacto
De las ansias de mis besos.
Y en la rama perezosa,
Del árbol de mis anhelos,
Pende ahora la dulzura
De los tuyos conquistados.
Y si bien yo no he logrado
Conseguir lo que quería
Tú has triunfado apabullante
Y me has devuelto a mí la vida.
Y no dejo de pensar
En lo que hubiera pasado,
Si yo te hubiera impedido
Realizar tus fantasías.
Si mi necio proceder
Te hubiera cerrado el paso,
Impidiendo así nacer
Estos besos tan profanos.
Y relegando el orgullo,
Las tiernas damas discretas,
Los suspiros veleidosos,
Y otras quinientas quimeras.
Me arrodillo en tu presencia,
Mujer que mueves la tierra.
Para declarar cansado,
Y por testigos mis ojeras,
Que despertar en tus brazos
Toda mi vida quisiera.
12.8.10
Si no te hubieras ido ¿Sería tan feliz?
28.7.10
Matarías el bien con tu mal.
Por ese espasmo en el vientre no te dejes llevar.
No la dejes transformar tu realidad.
No pongas atención a su falda volátil,
Ni corras detrás de esas piernas desnudas.
No prestes oídos a su ingenio reptil,
Ni permitas que su aroma te confunda.
Aléjate como de un alto precipicio,
De un par de pechos hinchados
A la débil tesitura de un suspiro.
Despega de tu piel sus arrebatos.
No te acerques ingenuo a esa visión.
Y déjale que cante dulce y suave
Pero no subas jamás a esa canción.
No abras a esa mujer tu corazón
Esperando obtener su comprensión.
Porque todo lo que sabe lo aprendió,
Sometida por amarga decepción.
Y no hay alma capaz de detener
La sed de venganza que la hace mover
Muslos y pestañas a un mismo vaivén,
Porque del amor nada quiere saber.
A menos que seas esa clase de ser
Que solo se limita a conocer
De la vida las delicias del placer.
Aparta de tu lado a esa mujer.
Pues entiende que te hará vivir
Las horas más dulces que has de conocer.
Veras el universo en sus ojos brillar
Cada vez que dócil te reciba en su altar.
Y de la pasión todo comprenderás,
Cuando muerda tus labios rapaz,
Mientras por el suelo cae tu dignidad.
No sabrás que significa la palabra voluntad.
No tendrá significado la verdad.
Ni veras en sus pupilas tu miseria reflejada,
Mientras ella no se canse de ostentar su vanidad.
Porque sé que ella te quiere ver caer,
Para dejar de sentirse tan mal,
Por haberse dejado perder,
Por aquel que no la supo amar.
No conoce la piedad,
Ni le importan los demás.
Le ha extirpado el corazón la soledad.
Habla sola y se dibuja un plan,
Traza golpes que al acecho están.
No respira igual que los demás,
Pues el aire que suele exhalar,
Es veneno en que han de sucumbir,
Los incautos que a la postre irán
Embriagados de su aliento febril,
Uno a uno cayendo a su fin.
Pues donde tú estas, estuve antes yo,
Y aunque hay noches que más me valiera olvidar,
La dulzura del recuerdo es tal,
Que si me lo pide vuelvo a regresar.
La peor parte no es el humillarte,
No es volverte de su amor mendigo,
Por ajenas miradas a su cuerpo alterarte,
Ni es hacerte con mil enemigos.
El dolor que nunca te ha de abandonar
Es un dardo punzante que te quemará,
Cuando ya durmiendo le oigas pronunciar,
El nombre de aquel que nunca ha de olvidar.
21.7.10
At first I was afraid, I was petrified.
Agolpada contra la piel tengo la sangre.
Sabes lo que provocas al mover así tu cuerpo.
Los ojos entrecerrados acechantes.
Tu boca se abre…
Un zapato juguetea entre tus dedos,
Y cuando una pierna cruzas casi muero.
Tus perversos labios oprimen y aspiran;
Cigarro y humo, aclaro.
Pero yo que más quisiera…
De un mordisco me prendieras
Aunque fuera esta lujuria.
Mis manos apenas puedo contener en los bolsillos.
Tus brazos, derecha izquierda, ondeas sobre tu cabeza.
Pero, ¿sabes?; tus caderas se llevan todas las palmas.
Mis ojos no predicen el siguiente movimiento
¿Derecha, izquierda? ¿Arriba, abajo?
Un vértigo aparece y un espasmo.
Por no perder detalle no desmayo.
Ahora tus labios mojas con descaro,
Y abres tus ojos grandes a mis ojos.
Mientras te acercas, trato de tocarte,
Pero te alejas y me quedo loco.
Loco por recorrer esas caderas
Que acabas de dejar al descubierto.
Y quiero ya que caiga todo el resto
De la ropa que aun cubre tu cuerpo.
Tu manera de mover todo ese cuerpo,
Que acelera mi pulso desbocado,
Me arranca unos suspiros tan tremendos,
Que acaban con tu música de fondo.
Y ya quisiera yo que Gloria Gaynor
Se jactara de sobrevivir a este infierno.
Cuando la escucho cantando orgullosa:
“Did you think I'd lie down and die?”“
Ya quisiera yo pensar en otra cosa.
Pero sigues moviéndote a su ritmo,
Y pareces hacerlo a marcha lenta.
Y yo te quiero ya sobre mi cuerpo
Y yo no puedo ya perder más tiempo.
Te acercas otra vez y es permanente,
Y me dejas tocarte suavemente,
Y te descubres ya completamente,
Mientras Gloria celebra así mi suerte:
"I've got all my life to live.
I've got all my love to give.
I will survive, I will survive, eh hey."
7.7.10
Nadie me amara cuando me muera.
Puedo fingir que no dolió,
Y también puedo inventar que no existió.
Puedo darme el lujo de ser yo
Quien te desprecie.
Puedo interrumpirme,
Y dejar de gemir,
Y dejar de llorar.
Podría proponerme cambiar,
Y hasta puedo dejar de fumar.
O me puedo castigar,
Reprocharme hasta el final.
Destruir y romper.
Aplastar, pisotear,
Reventar.
Mover la tierra con los pies.
O golpear a la pared.
Pero entre la larga lista
De cosas que puedo hacer,
Yo lo que quiero saber
Es como voy a lograr
Que me quieras perdonar.
Que te dignes a escuchar.
Verte reconsiderar.
Abrazarme una vez más.
Disculpar mi proceder.
Devolverme ese lugar.
Que en tu vida me gane.
Ya no te molestaré.
Ni pretextos buscaré.
Necesito regresar.
Retomar nuestra amistad.
No sentirme superior.
Ni causarte más dolor.
¿Me perdonas por favor?