21.7.21

Secreto Epistolar III

Sé que alguna vez en otro tiempo, espero no en un sueño, tú y yo tendremos mucho que decirnos sin hablarnos. Con los ojos cerrados, reconociendo lo esencial de nuestros componentes. Atraídos por el magnetismo de los lazos que nos unen infinitos. Porque fuimos lo mismo alguna vez y nos reconocemos en cualquier nueva forma de vida. 


 

2.6.21

Secreto Epistolar II

Hay pájaros revoloteando en mi pecho.

Rasgando la finura del aire en mis pulmones.

Injertándole un cáncer de dulces melodías a esta respiración. 

Se roban el aliento de lo besos que te doy. 

Y en alados latidos, me bombean al corazón, 

Torrentes que suspiran de líquida pasión.

12.4.21

Secreto Epistolar I

En tus ojos vacíos de mí, sentirás la tristeza que no vas a poder contarle a nadie. Yo en cambio hablare de la forma en que tu presencia lleno mi espíritu de húmedos destellos efervescentes.

2.7.16

Mis labios sólo existen si te nombran.




Ya me puse a pensar si acaso podré olvidarte.
Reincidir y darme cuenta, que ya no puedo tocarte,
es una estocada en la mitad de aquella imagen
de nosotros gastándonos la lengua y las miradas.

No quiero que vuelvas, quiero evitarte,
dejar alguna vez de necesitarte.

No tengo aliento para seguir sintiendo esto,
No quiero más cerrar los ojos y añorarte.

Pero me siento aquí a escribirte cosas
que jamás voy a contarte,
a divagar con la dulzura que dejaste,
a solazarme en las caricias que aun rebotan
en mis sienes, en mi pecho y en mi boca.

Te vuelvo a ver y me amarro el alma,
te saludo y el dolor es mustia alegría,
es rugido refrenado de mi extraña,
Es contradicción despiadada.

¿Tus días cómo serán sin verme?
¿Tendrán tus labios aun gusto a mis labios?
Putas preguntas que me dejan seca.
Con el dolor revuelto entre mis brazos.

Brazos vacíos de tus abrazos.
Labios secos sin los besos de tus labios.

No vuelvo a preguntarme si podré olvidarte,
porque ahora te recuerdo más que antes.




16.11.15

Sin salida.


Insane.

Se supone que fabrico cada noche
Un método nuevo de auto sanación.
Incluyo en éste el desalojo de algún sueño
Que haga referencia reconocible a mi obsesión. 

Me levanto y enciendo el fuego que apagaste,
Pensando a propósito en la persona equivocada.
Convoco a un número inusual de conjunciones
Y las exhorto a desaparecer del mapa:
No obstante, pero, aunque y sin embargo. 

En el mapa de mis conjuros más efectivos
Me deshago de aquellos que implican amarrarse,
Y le expongo a ese músculo quejoso y empecinado
Razones que no entiende ni con sangre. 

Se supone que debía repetir un millón de veces
Suceso tras suceso entre nosotros en mi mente,
Con el propósito de deshacer el efecto luminoso
Que ha aprendido a dejar sello incandescente. 

Le tomo el tiempo a los latidos remilgosos,
Que insisten en galoparle a tu recuerdo.
Y perdiendo en tres segundos los papeles;
Rompo, grito, amenazo y vocifero. 

Al final de este ritual de auto remiendo,
Me reconozco incapaz de no echarte de menos.
Así que me deshago del manual de los conjuros
Y te limpio y te pongo en el altar de nuevo.