2.7.16
Mis labios sólo existen si te nombran.
Ya me puse a pensar si acaso podré olvidarte.
Reincidir y darme cuenta, que ya no puedo tocarte,
es una estocada en la mitad de aquella imagen
de nosotros gastándonos la lengua y las miradas.
No quiero que vuelvas, quiero evitarte,
dejar alguna vez de necesitarte.
No tengo aliento para seguir sintiendo esto,
No quiero más cerrar los ojos y añorarte.
Pero me siento aquí a escribirte cosas
que jamás voy a contarte,
a divagar con la dulzura que dejaste,
a solazarme en las caricias que aun rebotan
en mis sienes, en mi pecho y en mi boca.
Te vuelvo a ver y me amarro el alma,
te saludo y el dolor es mustia alegría,
es rugido refrenado de mi extraña,
Es contradicción despiadada.
¿Tus días cómo serán sin verme?
¿Tendrán tus labios aun gusto a mis labios?
Putas preguntas que me dejan seca.
Con el dolor revuelto entre mis brazos.
Brazos vacíos de tus abrazos.
Labios secos sin los besos de tus labios.
No vuelvo a preguntarme si podré olvidarte,
porque ahora te recuerdo más que antes.
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