Después de una semanita de dizque vacaciones, un recuento de lo que ha pasado en estos días, de lo que he podido actualizarme después de toda esta ausencia cibernética.
Comenzando por el fiasco de vacaciones; con mi madre y Valentina enfermas, luego me lastime la cadera y quede semi-inutil durante días muy calurosos, así que de pronto entendí la importancia de trabajar en unas oficinas fresquitas y con vistas al raquítico jardín del edificio.
También descubrí que no me vuelvo loca si paso más de dos días lejos de Internet, pero después del día tres…Naa, es broma, pase nueve días sin estar conectada a un cable y todo estuvo relax. Pase nueve días en mi casa y jamás salí a la tienda a comprarme un cigarrillo (no, tampoco tenía en casa, ahora si lo estoy dejando de verdad).
Comprendí que la familia es un gran apoyo cuando uno anda triste y cabizbajo, a veces no necesitas expresarles tu dolor, ni esperar un abrazo de apoyo (bueno, mi familia es algo rara), pero el hecho de que estén ahí todos cuando se ponen duros los madrazos es lo que cuenta, y sobre todo hacer lo que la familia a la que pertenezco sabe hacer mejor, armar desmadres de antología de cualquier pendejada, reírse de todo lo posible, pero más de lo imposible. Comer sopes con harta salsa en pleno día en que todos se atascan de pescado y mariscos (furrrrrrr). En mi casa se podría decir que solo hay una regla primordial para no ser mal visto por ningún comentario mordaz, soez o alburesco que tengas a bien realizar, y es la siguiente: “di lo que prefieras, pero hazlo con gracia”.
Así que no estuvieron tan mal después de todo estos nueve días de ropas ligeras y paletas heladas, de maratones de caricaturas junto a Vale echando la hueva con pretexto del reposo obligatorio. Amén de disfrutar por más tiempo de la compañía y heredado mal humor de mi retoña. Lo mejor de los días de infernal calor es cuando va cayendo la tarde y una fresca brisa entra por las ventanas de las habitaciones de las personas que están de vacaciones tomando un sabroso helado mientras ven películas infantiles.
Así que fueron nueve largos días de disfrutar las calles prácticamente vacías, las carreteras con poco transito de vehículos y lo mejor, un cielo casi cristalino que nos permitió tener unas panorámicas vistas de esas bien cursis con cielo rojo y toda la cosa de la Ciudad.
Una vez que el sueño termina, y que al fin me puse al corriente con el trabajo, reseño también lo que me encontré de novedades por acá.
Veamos. Ahora conozco la voz (que me ha encantado, sobre todo el acento) de mi partner limeño Martín, a quien he tenido el honor de conocer por este medio. Mi amigo español Nandito, entrañable conversador desde hace ya más de seis años, por fin dio señal de vida, aunque no haya podido conversar con él. El flaco de oro y yo nos encontramos en el Messenger y me ha dado gusto saber que se encuentra bien, aunque ande desempleado, espero que pronto, si no es que ya, encuentres algo bueno que hacer de tu vida flaco. El Supersadico nos volvió a tomar el pelo para renovar brios en su nueva falsa despedida, lo cual celebro, pues soy fan del blog de este sujeto. El Wayne esta en proceso de volverse un blogstar si sigue por el camino de su ultima entrada, la cual por su bien, espero que haya escrito él. El Nachito se despidió de su blog con mucho sentimiento (¿sensitive, right?) y digo que lo voy a extrañar. El Yair anda con pedos existenciales, me imagino que es porque le esta creciendo el pelo, pero vamos a ver que pasa. Mimi, mi cuentista de cabecera por fin vuelve a publicar un cuento, el cual aun no puedo leer, pues a esta niña debo leerla con toda calma para disfrutar sus historias como se lo merecen. Al fin estoy casi al corriente con el blog del Lagarto y sigo en espera de que Bob Nacif de la buena noticia de que ha encontrado un buen patrón al cual estafar de verdad. Tengo un par de nuevos lectores a los cuales les agradezco sus comentarios y me he pasado por sus blogs que me han gustado mucho, saludos Octavio y Mobtomas. El Cabrón insensible sigue contando las tiernas historias de cómo hizo sufrir a sus mujeres. Aun no me pongo al corriente con Jolie y la Diabla, pero en eso ando, pendiente aun también pasarme por el blog de Gabriel Revelo. Y con mucho dolor declaro que sigo sin tener acceso al blog del Zanto. Sniff.
Visitas obligadas en espera de nuevas viñetas (con no tanta suerte) a los blogs de Power Paola, Andrezinho y Johny B.
Un abrazo fuerte a los que me han quedado por mencionar, y a los demás también, y como ya es costumbre en este leonero (como acostumbra decir Xavier Velasco) la canción para amenizar el momento:
Rolita ideal para el clima que "padecemos" estos días.