Sé que alguna vez en otro tiempo, espero no en un sueño, tú y yo tendremos mucho que decirnos sin hablarnos. Con los ojos cerrados, reconociendo lo esencial de nuestros componentes. Atraídos por el magnetismo de los lazos que nos unen infinitos. Porque fuimos lo mismo alguna vez y nos reconocemos en cualquier nueva forma de vida.