No se vuelve al lamento para hablar de olvido.
No te olvido ni lamento haberte conocido.
Y aunque esto nuestro ya tenía el tiempo contado;
No habría vaticinio que me hubiera preparado.
Que me salve este amor que siento.
Que no llames, aunque es por lo que muero.
Que me olvides, aunque no es lo que quiero.
Que el destino no nos junte los caminos.