1.4.11

Sé que gozas y me gusta.

Como una quinceañera, él decía sentirse,
Entrepierna húmeda y rubor ardiente.
Sus ojos no miraban otra cosa,
Que aquel puñado súbito de ideas.

Hacer el amor con la letra gustaba,
Releyendo las frases en silencio,
Y mientras su pasión se despertaba,
Ella en su ingenio se regocijaba.

Tenerle ahí alelado era su juego,
Pensando siempre que lo controlaba,
Y las tardes enteras se gastaban
Tirando de una cuerda imaginaria.

Y una ocasión él no estuvo presente,
Y a otra se le unieron más ausencias.
Y entonces… un día, él quiso conocerla;
Pero ella se negaba, perniciosa.

No sabe aún si era un temor fundado,
Su obsesión era no decepcionarlo.
¿Al conocerse acabaría el encanto?
¿Y si él salía por piernas disparado?

Ya no hay lecturas sucias en pantalla.
Ni raudos remolinos en el vientre.
Se detuvo la rueda en que giraron,
Sus mutuas sensaciones-perversiones.

Sabor, es lo que quedará entre ellos,
El que a cada uno el otro ha despertado.
Pero unidos estarán en sus recuerdos,
Por un lascivo y lúbrico pasado.



17.3.11

Beacuse you’re mine…

Antes que comiences a preguntar, te lo voy a decir.Es verdad lo que me achacas mentalmente todos los días, es cierto lo que sospechas y hasta este momento te muestras dispuesto a inquirir. Me habrás notado esquiva últimamente, con la mirada fija en otro lado, y eso te habrá encabronado sobre manera, ya que detestas que las personas no te sostengan la mirada. Yo empecé con esto como jugando, aunque ahora que me atrevo a hablar sobre ello, te aseguro que no me arrepiento, andas por ahí con tanto desparpajo haciendo creer al mundo entero que eres transparente como la miel; y lo admitiré, es verdad que lo eres, debe ser esa la razón por la cual te adivine el doble juego. Me habían pasado desapercibidas un par de cositas, más no por eso me sedujiste el olfato que cualquier mujer con un par de malas experiencias adquiere. Mentir no es lo mismo que omitir verdades te habrás burlado en la oscuridad (You better stop the things that you're doing). No había razón, y fíjate, no según yo, sino, según tú, que andas cantando la honradez como bandera, para no decir con todas sus letras cuando algo ya no se sienta y la unión entre nosotros fuere obsoleta e inútil.

Y como serán las cosas que anunciaste de este modo el pie del cual cojeas. Quisiera justificarte pensando que habrá sido la primera vez, pero a fuerza que no. No he meditado el asunto en vano durante noches enteras nomás para no admitir que mis teorías son ciertas. Te cacareas fiel, precisamente porque no pretendes serlo, te avisas magnánimo y ecuánime en cuanto a los rompimientos, te abanderas en la sinceridad tan solo porque eso es lo que esperas de mí (I ain't lying). Qué mejor manera de saberte a salvo de cuernos que publicando un falso pacto de sinceridad, que por supuesto esperas solo cumpla yo. Te compras esta póliza a sabiendas, y aun te ufanas de conocerme más que yo a ti.

Pues no hubo motivo para  dejar de hacer lo que en mis manos estuvo para hacer que tomaras sopas de tu propio chocolate. Estas ahora mismo mirándome a los ojos con esa pose de quien ve más allá de lo evidente, seguro que sabes lo que voy a decirte, pero no esperabas que fuera tan fácil. Tome el camino que me orillaste a seguir con semejantes advertencias. ¿O acaso aun ahora te atreves a pensar que no sabía que tenías una amante? (I ain't gonna take no one of your Foolin' around) Y no, jamás fuiste sincero y dijiste “se acabo”, no te tomaste la molestia de avisarme que tus sentimientos por mi habían mudado. ¿Qué hacer sabiendo todo aquello? Lo sabes ya, no es cierto; lo mismo que tu. Abusar de tu confianza. (I ain't gonna take no one of your fooling around, I ain't gonna take no one of your Puttin' me down). Qué pena que tan tarde hayas notado el hechizo, las mangas recortadas de tu camisa. Confiando en mí bebiste materias sospechosas, fluidos que es vergüenza mencionar. ¿Verdad que no sabías que era capaz? Lo intuiste hace poco y me di cuenta, tomaste precauciones antes desconocidas. ¿Ya notaste que te leo como a un libro?

 Así es, sigue mirando mis ojos con tu extraviada mirada, ausente hace segundos solamente. Solo tendrás tus lapsos de conciencia. A partir de hoy yo soy quien mueve las piezas corazón. Perdiste. Y aunque por el momento ya no puedas reconocerlo, debes tener ya claro quién es más inteligente. Pero ven, dame esa mano, bailemos, abrázate a mi mientras te sostengo en mis brazos te acuno y te arrullo con mi canto: I put a spell on you because you're mine.

17.2.11

And you will never see the one you love again.

Fui yo quien invento estas alas,
Abusando de un conflicto interno,
Y también quien voló por usarlas
Creyéndome ser más en tu misterio.


Fueron mis besos cantando un delirio,
Y yo basando mi alegría en su tormento,
Y adjudicándome un afecto ajeno
En mi búsqueda absurda de cariño.


Mis ojos son los que lloraron tanto
Creyendo al llanto inmolación sublime,
Imaginando recompensa al mártir
Abandono del que objeto me volviste.


Y una gota derramando el vaso hiciste,
De un afán aventurero en un principio
Y toqué puertas que tan solo abriste
Para cerrar de golpe en mis narices.

Dejaste un surco en mi mente grabado,
Donde sembré la luz de tu recuerdo;
Que yo al regarlo con afán supino
Le arrebaté al anhelo su exorcismo.


Caerá la noche una vez más, quisiera,
No haber saltado esa frontera tuya;
Y no haber puesto el ojo del deseo
Sobre tu piel que a otra idolatraba.


Vendrá la angustia de la madrugada,
Con firme decisión ha de encontrarme,
Dejando a un lado la esperanza amarga
Y haciéndome al presente indoblegable.


Decido que te alejes de mi vida,
Y tú pidiendo un sitio aun me buscas.
No esperes amistad cuando has besado,
Esta boca que luego rechazaste.


Es posible que yo no sea orgullosa,
Pero mi cuerpo piensa por sí mismo,
Y no acostumbra arder sin ser preciso,
Dejar sediento sello en quien lo toca.



8.2.11

All your love is gone.

Abres los ojos y confusa te incorporas,
Buscas con las manos alrededor tuyo,
Porque la luz justo ahora está ausente,
Porque aun así, presientes algo cerca.
Insinuándose ya, el cuerpo del delito.

Pero mi cuerpo yace tumescente
Por la ausencia del tacto de tus manos.
Y te otorgo en el silencio mi permiso
De encenderme con tu fuego incandescente.

Porque mi metal a tu calor se altera,
Porque tú derrites todas mis barreras
Despertando a la persona egoísta que soy.
Y porque a tu lado, yo, el mortal más ruin,
A mis peores pecados rienda suelta doy.

Porque tú eres un todo, buena y mala;
Sin pedir equilibrios y sin extremismos.
Porque siempre me dejas avanzar más lejos,
Porque aun no me limitas ni detienes.

Y ahora mismo acostumbrando tu mirada
A la oscuridad que reina en este cuarto,
Tú sigues hurgando en esta sabana fría.
Pero a pocos milímetros te estoy esperando,
Con la superficie entera de mi cuerpo
Erizada a la espera del delirio de tu tacto.

19.1.11

¿Cómo voy a explicarte que algo tira de mí?

Se sabe que el deseo es puro, cuando los motores los enciende el olor,
Cuando se hace todo con las rodillas bien puestas sobre la cama.
No hay palabras de por medio, porque sobran los sonidos placenteros,
No hay lugar a la lisonja cuando un gemido gravita enardecido.


Las miradas de pupilas dilatadas se despliegan a nivel de cancha,
El cuero erizado indica que el camino correcto se ha seguido.
Si acaso algún murmullo, una expresión de gozo, de satisfacción.
Por lo demás, chasquidos, rechinar de catre, despliegues de saliva.


El cuerpo de los dos se expande en sus más cortas extremidades,
El movimiento acústico de un vaivén sedosamente acoplado,
La intervención inédita de todos los sentidos en busca del espasmo,
Los vientres agitados, las respiraciones cercanas al fragor.


El sudor lubricando el movimiento circular de los contendientes,
El sabor salado de las pieles en su punto de deshidratación máximo,
Los aromas exóticos despedidos por los fluidos que se desprenden,
Las lenguas obstinadas arrastrando estelas en la piel del opuesto
Buscando una respuesta en el continuo movimiento ombligo abajo.


Se sabe que el deseo es puro, cuando entre nosotros no hay promesas,
Cuando estamos solos y no hay ningún modo de tener la ropa puesta,
Cuando en el ardor de mis miradas anticipas ya tus movimientos
En perpetua lectura de expresiones faciales que convocan caricias.