No es culpa mía, y probablemente tuya, mucho menos.
Nos besamos, pero, creo que yo te bese primero.
Hay un límite que luego de traspasado lo cambia todo.
No se puede exigir nada a cambio sin un previo pacto,
y tu, has sido el absoluto dueño de todos mis silencios.
Ahora que puedo voy a salirme de este enredo,
y precisamente porque me duele demasiado hacerlo
me estoy despidiendo de ti antes de irme,
con todos los besos que no volvere a darte,
con mucha más fiebre que las primeras veces,
porque se que esta última es la buena,
porque se que mañana no habrán otras.
1 comentario:
y que dificil me resultó verme reflejado en estas letras...
enamorarse de un amigo (amiga en mi caso), es lo más sublime que me ha pasado, pero también me llevó a la desesperación de no comprender al destino ¿si sabía que la iba a amar, para qué la hizo mi amiga?
saludos, gran blog
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